Tarta de Santiago rápida
Los dulces y los postres no pueden faltar en una buena comida o cena y dentro del recetario español tenemos auténticos y tentadores tesoros como por ejemplo la tarta de Santiago, una tarta de almendra que gusta a todo el mundo por su sabor y la textura que tiene. Es muy sencilla de hacer y no nos llevará demasiado tiempo.
Para su elaboración necesitarás:
- 250 gramos de almendras sin piel.
- 260 gramos de azúcar refinada blanquilla.
- Ralladura de una naranja y un limón.
- 6 huevos grandes (yemas y claras por separado)
- 4 o 5 gotas de extracto de almendra.
- Media cucharadita de café de canela en polvo.
- Azúcar glas para decorar.
Modo de elaboración
Precalentaremos el horno a 180 grados y engrasaremos con mantequilla un molde redondo de unos 20/25cm de diámetro. En este caso necesitaremos que sea un molde desmontable para poder desmoldar la tarta cuando esté hecha.
En un bol grande echaremos las seis yemas de huevo y 200 gramos azúcar. Con una batidora lo mezclaremos todo bien hasta que esté completamente ligado y tenga una textura suave. Lo reservaremos y en el procesador de alimentos o robot de cocina trituraremos las almendras hasta convertirlas en polvo y las incorporaremos al huevo con el azúcar junto a la canela y a las gotas de extracto de almendra.
En otro bol echaremos las claras de huevo junto a los 60 gramos de azúcar blanquilla que nos queda y las mezclaremos hasta hacer que se queden a punto de nieve. Cuando lo hayamos conseguido incorporaremos poco a poco la mitad al bol con las yemas de huevo que tenemos reservado e iremos mezclando.
Cuando esté unido incorporaremos la otra mitad y lo batiremos lentamente con una lengua de cocina hasta que ambas texturas estén completamente incorporadas. Verteremos la mezcla en el molde y lo meteremos en el horno durante unos 40 minutos aproximadamente.
Mientras se va haciendo podemos buscar en Internet la cruz de Santiago, la imprimimos y la recortaremos. Cuando la tarta esté lista la sacaremos y dejaremos que enfríe por completo, la desmoldaremos, pondremos la cruz recortada en el medio y con un colador espolvorearemos por encima el azúcar glas, retiraremos la cruz y habrá quedado su silueta y la tarta estará lista para comer.
Consejos
Es importante que cuando se rayen tanto la naranja como el limón solo se rayen la parte naranja y la amarilla, lo blanco hay que procurar no llegar a ello porque resulta muy amargo y puede estropear el sabor del pastel.